Fondos Europeos de Recuperación: «Ahora o nunca»
La Asociación Cántabra de Empresa Familiar ha celebrado su tradicional acto de fin de año con la colaboración de Banco Santander. ACEFAM ha animado a los empresarios familiares de la región a participar de la presentación de proyectos para optar a los fondos Europeos de Recuperación y Transformación. Las familias empresarias también han expresado su opinión sobre la coyuntura económica y política en plena pandemia, así como sus previsiones para el próximo ejercicio.

Fondos de Recuperación
El acto ha contado con la presencia de José Luis Blanco, director del Instituto de la Empresa Familiar, que representa a las cien mayores compañías de este tipo en nuestro país. El IEF está siendo uno de los órganos asesores del Gobierno de España en la articulación de mecanismos de colaboración entre la Administración y las empresas de cara a la captación de fondos europeos.
En este sentido José Luis Blanco ha destacado que la línea de digitalización y modernización del plan nacional puede ser una gran oportunidad para las pymes cántabras, que por su tamaño tienen más difícil generar sus propios grandes proyectos. Estas ayudas “pueden ser suficientes para que muchos de vosotros podáis dar un salto competitivo”, ha destacado el directivo del IEF.
Junto a Blanco, Manuel Iturbe, director territorial para Cantabria y Asturias de Banco Santander, ha ofrecido el apoyo de la entidad a las empresas familiares que quieran participar de este proceso de recuperación. “Nos sentimos parte de la solución” ha remarcado el ejecutivo del banco, quien también ha destacado el carácter emprendedor de los empresarios familiares cántabros.
Por su parte la presidenta de las familias empresarias de la región, Paloma Fernández, ha vuelto a destacar la necesidad de unidad de acción de las organizaciones empresariales con el fin de crear un marco de colaboración público privada que permita la captación de Fondos Europeos de Recuperación para nuestra comunidad autónoma. En este sentido la presidenta de ACEFAM ha asegurado que se necesita un “impulso coordinado para acelerar los procesos de digitalización y sostenibilidad que se nos demandan”.
Dentro de la tradicional encuesta del acto de Navidad, casi un 20 % de las empresas asociadas afirma que tiene proyectos para presentar a la Administración, mientras que otro 20 % está todavía trabajando en ello. No obstante existe un 42 % de empresas que reconoce tener interés pero no saber muy bien cómo actuar para presentar una idea. Paloma Fernández no ha ocultado que los procesos de aprobación de proyectos serán complicados para las empresas familiares principalmente por su tamaño. No obstante ha apostado por “hacer clústeres y trabajar unidos para salir de esta gran crisis lo antes posible y con prosperidad”.
ACEFAM admite que es responsabilidad de las empresas participar y entender el bien común como única fórmula para presentar proyectos valiosos. En este sentido la asociación vuelve a dirigir la mirada a los dirigentes públicos para solicitar “una Administración fuerte, diligente y leal”. Las empresas familiares son conscientes de que la pandemia ha acelerado los cambios en el mercado global, de manera que España y Cantabria muy especialmente viven una situación de “ahora o nunca”, afirma la presidenta.
Por otra parte las empresas familiares de Cantabria consideran que es “una gran irresponsabilidad” proponer la recuperación de figuras impositivas como el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. En demasiadas ocasiones este tipo de cargas puede ser la causa del cese de actividad y hacer inviable la continuidad de las empresas.
Encuesta de coyuntura
La Empresa Familiar de Cantabria sigue manifestando una profunda preocupación por la situación política de España. La habitual encuesta de fin de año de ACEFAM refleja una puntuación muy baja de 1,42 frente al 3,3 con el que los empresarios valoran la situación regional. Además, la pandemia está teniendo un efecto desigual en este ejercicio, de manera que algo más de la mitad de los encuestados está viendo cómo baja su facturación, caídas que superan el 15 % para algo más de la tercera parte. Alrededor de un 35 % de los encuestados estima que su actividad se mantiene estable a pesar de la crisis.
La visión general de la economía que tienen las empresas de ACEFAM merece una valoración de 3,7 en el caso de Cantabria y de 3,3 en el caso de España. De cara al próximo año casi el 40 % espera aumentar su facturación, mientras que un 20 % cree que caerá. El otro 40 % seguirá en cifras como las de este año. No obstante, casi la mitad de los encuestados espera recuperar los niveles pre-covid de facturación y empleo en 2021. Un 42 % prevé la recuperación en 2022 y un 10 % opina que será ya en 2023.
El empleo afectará también a las empresas familiares. Un 30 % de las encuestadas cree que su plantilla se reducirá en el próximo ejercicio, si bien más del 20 % confía en poder aumentarla y casi la mitad aguantará sus puestos de trabajo. Tradicionalmente la Empresa Familiar se diferencia de otro tipo de compañías en que repercute las crisis sobre el empleo en mucha menor medida. Aguantan más y son más resilientes.
Casi un 40 % de las empresas encuestadas afirma que no ha solicitado ERTE con motivo del coronavirus y prácticamente la tercera parte ya ha vuelto a la normalidad después de haber pasado por una regulación temporal de empleo. El resto sigue trabajando con un mínimo porcentaje de la plantilla en regulación.
Poco más de la mitad las empresas familiares encuestadas ha solicitado créditos ICO asociados a la necesidad de liquidez con motivo de la pandemia. En cuanto a sus inversiones parece que son los procesos de internacionalización los que más frenados se ven en el actual contexto. Hay un 60 % de empresas internacionalizadas, pero su esfuerzo inversor en esta área va a ser menor que en otros ejercicios. Donde la respuesta positiva parece casi unánime es en el capítulo de innovación puesto que prácticamente un 90 % asegura que piensa invertir en este capítulo durante 2021.
Dentro de los retos a corto plazo para las empresas familiares de Cantabria, la captación y retención de talento aparece como uno de los más destacados (un tercio de los votos), seguido de la sostenibilidad (29 %) y la necesidad de ganar tamaño (19,40 %). La transición hacia un modelo digital o la innovación parecen ya estar bien integradas en las agendas de trabajo de las empresas familiares y no se manifiestan como un reto acuciante (menos del 10%).