“La empresa familiar tiene un horizonte brillante porque está constituida por personas comprometidas y con visión a largo plazo»

La visión a largo plazo, la capacidad de resiliencia o su apuesta continua por la innovación y la sostenibilidad han convertido a Textil Santanderina en una entidad de referencia. Sin embargo, la clave del éxito que ha llevado a esta empresa familiar centenaria a consolidarse en un sector tan complicado como la confección textil está en la fuerza de la personas. “La empresa familiar se distingue por ser capaz de poner a las personas primero que los resultados a corto plazo”, argumentó Juan Parés Boj en el acto de reconocimiento organizado por ACEFAM para conmemorar los 100 años de la “Fabricona”. “Y eso, aunque a veces nos crea algún problema, nos compromete de una manera especial con las personas y tiene su recompensa”.

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Alciturri y Parés Boj.

El evento, titulado “El centenario de una fábrica en una comarca de Cantabria”, puso de manifiesto la importancia que tiene la fuerza de los equipos humanos a la hora de impulsar proyectos empresariales competitivos y fuertemente arraigados en el territorio. “Yo creo que son momentos para poner en valor aquello que está bien hecho y que nos sirve de referente”, indicó Vicente Alciturri ante el centenar de asociados de ACEFAM que arroparon a la empresa durante el homenaje.

“La historia de Santanderina es una historia que se basa en personas con dos características: visión y trabajo”, explicó Juan Parés. Dos atributos que Juan María Parés, padre del actual CEO de la compañía y figura fundamental en la reorganización de la empresa a finales de los 60, convirtió en señas de identidad de la fábrica ubicada en Cabezón de la Sal.

“La vida está marcada de hechos más que de palabras y los hechos son los que marcan las trayectorias de las empresas”, dijo el homenajeado antes de desgranar cómo su progenitor reorientó la actividad de la planta y se adelantó a su tiempo en materia de Responsabilidad Social Corporativa. Su apuesta por las personas, el entorno y el medioambiente cristalizó en convenios laborales, una gran conciencia social y la instalación de la primera depuradora en 1975. “Él tenía una visión muy honesta de cómo había que hacer las cosas”, concluyó.

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Foto de familia.

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Parés Boj.

Además de hacer un recorrido por los principales hitos empresariales de la compañía, el CEO de Textil Santanderina destacó los tres valores que caracterizan a las más de 350 personas que forman el equipo humano de la planta. La humildad, entendida como vía para subsanar errores y alcanzar la excelencia emocional; la lealtad, como máximo exponente del compromiso; y especialmente la creatividad. “Una de las esencias de Santanderina como fuente inagotable para estar siempre por encima de las expectativas del cliente”, expuso con orgullo.

Con la segunda generación plenamente consolidada en diferentes puestos directivos, parte de la tercera generación de esta familia empresaria ya está incorporada a la compañía. “Su única obligación, tanto de los que están dentro como de los que están fuera, es hacer que la empresa perdure”, indicó. “Las empresas familiares son un reto de vida, no solo un reto empresarial”, continúo. “Y los retos de vida son mucho más profundos y tienen más raíces que los retos empresariales y eso hace que las empresas puedan perdurar por encima de las personas, que es lo que realmente a algunos nos motiva”.

Una máxima compartida por todas las empresas familiares que, según Pares, es la que justifica su actual relevancia en la generación tanto de desarrollo como de bienestar social. “Por su visión a largo plazo, su compromiso y su solidez financiera, va a ser muy difícil que la empresa familiar no lidere la economía”.

Una reivindicación de la importancia de este tipo de compañías que cerró con una perspectiva de futuro muy inspiradora. “La empresa familiar tiene un horizonte brillante porque está constituida por personas brillantes, con disciplina, con arraigo y con algo que es fundamental, que es el ejemplo” dijo en la parte final de su intervención. “El ejemplo y los hechos son más potentes que cualquier palabra, y eso en la empresa familiar se da, por lo que os animo a seguir dando ejemplo, a seguir teniendo coraje y a hacer que Cantabria y la empresa familiar sigan donde están”, concluyó.